
«En el Camino Perecemos busca representar el proceso de morir cotidiano que sufre cada ser vivo en su proceso de autorrealización, mezclando elementos de post-rock, ambient, IDM. El uso intensivo de muestras procesadas y cajas de ritmos son la columna vertebral rítmica y tímbrica de la pieza, que también incluye voces procesadas, sintetizadores y guitarras eléctricas que se fusionan en un paisaje sonoro masivo y colorido en constante cambio mediante el uso de la improvisación.» Monolitos
Un viaje de ida, el retorno no sabemos si está asegurado al dar inicio a «I», la primera parte de estos cinco movimientos que nos entrega este singular dúo perteneciente al colectivo Feral (2019- presente). Como el relato de una película donde la época es indeterminada, los loops, guitarras y monólogos en inglés se hacen parte de esta narrativa, con un poderoso beat que azota el concreto. Desconozco como será el proceso compositivo de piezas de esta índole, pero el manejo de las texturas y mezcla son un aspecto bien cuidado en los recién 4:48 de este viaje que estoy relatando.

«II» nos recibe con un celestial canto que a su vez es el hilo conductor final de «I», aquí hay poco espacio para el azar, un debut bien cuidado por parte del dúo. La atmósfera cambia desde los beats machacantes a líneas de bajo más etéreas que invitan al trance meditativo de este segundo movimiento, hasta que volvemos a un nuevo beat pero este es más armónico a la bass line, muy cinemático el mood. Blade fácilmente podría entrar a un antro a cazar vampiros y podría estar Monolitos con este track d
e fondo.
«III» nos hace saltar del cine vertiginoso, al agua en calma, un estado primigenio etéreo, donde nuevamente, el buen gusto por el diseño sonoro hace del track un deleite ubicado a la mitad de su tracklist.
«IV» contínua esa línea celestial, hasta que en el 3:50 una tensión rompe el ambiente y la canción toma otros ribetes sonoros. La calma se transforma en una especie de viento tempestuoso en un vacío indescriptible. Monolitos no escatima en emociones a la hora de plasmar sus paisajes sonoros y llevarte a ser parte de esta travesía.

La agonía de IV, nos muestra el punto final de esta obra «V» donde cual ending, comenzamos con un piano al cual incipientemente empiezan a fusionarse texturas varias hasta reventar en un explosivo «doom electrónico» que fusiona todos los elementos presentados previamente: loops, armonías de voces, bajos saturados, y unas voces de ultra tumba que nos sacuden desde el abismo «Nacer/Sufrir/ Y entender».
Monolitos fue un dúo que inició desde la improvisación en vivo, a convertirse este ente etéreo con personalidad propia y lenguaje particular que no dejará indiferente a nadie que asuma los riesgos y se lance a la aventura de la escucha activa.
Reseña por Jebu