Lluvia de piedras presenta: lanzamiento de Red Valley ep 2018 (reseña show en vivo)

Cuando el espíritu de colaboración surge, algunos partícipes acuden al llamado y lo convierten en acción. Ese es el fiel reflejo de la experiencia sonora que se llevó a cabo en casa Andes (Machalí), evento que estuvo a punto de no llevarse a cabo por fortuitos ocurridos en el espacio.  Pero complicaciones aparte, el sexteto de bandas que pasó por esta fecha fueron un continuo goce para los asistentes que hicieron presencia en esta fecha.

Los encargados de abrir los fuegos fueron Beduino, particular power trío que cada día suma nuevas influencias a su distintiva amalgama de Stoner, punk y sludgeen dosis equilibradas.
Su setlist fue claramente estudiado para la jornada, donde las explosiones sonoras dosificadas con calma hasta llegar a su climax, fueron parte de la tónica de la tarde. Prueba de aquello fue gran parte de material nuevo que presentaron, donde las texturas de la guitarra junto con la primitiva pero complementaria base rítmica bajo/batería se presentaron en composiciones como “sendero de agua” y “hielo”.

No tengo noción si este es el debut de Puente diablo en la sexta región, pero lo que si tengo claro, es que su presentación fue de menos a más. Temas como “cicatriz”y “Ritual” podrían darnos una panorámica de lo que expresa este actual power trío: velocidad y riffs corrosivos con el gancho preciso para conectar con la audiencia. Grata sorpresa descubrir en vivo la propuesta de estos santiaguinos.

Empezaba a caer la tarde y llega el turno del debut de Dejalosangrar por estas tierras. Quienes han presenciado la banda en vivo o la conocen con antelación, saben más o menos a que ir, para quienes no están familiarizados con su música, es un nuevo ejercicio de contemplación. Canciones que se alimentan muy bien de los silencios, las pausas y quiebres elegidos con minuciosidad para detonar en cualquier momento en una muralla de riffs que emanan de igual forma desde el bajo o  la guitarra. El viaje de dejalosangrar comienza de forma silenciosa y acaba de forma inesperada. No hay discuros entre medio, no hay voces. Sólo la instrumentalización es el vehículo para iniciar este peregrinaje.

Red Valley a nivel de hitos, eran la guinda de la torta de la jornada. El power trío ha trabajado sin pausa, pero sin prisa, en lo que es su ep debut, que lanzaron en medio de la naturaleza, frente a un público que se mantuvo partícipe desde el principio durante todas las bandas. La tónica instrumental se siguió haciendo parte de la tarde noche con pocos momentos de interacción vocal en algunas de las canciones que formaban su repertorio. Quienes asisten a sus presentaciones, líneas de bajo como el inicio de “Piola” ya son un clásico auditivo y de fácil distinción. La solidez que ha ido adquiriendo la banda se hace notar y uno ni siquiera ve el reloj a la hora de presenciar su manifiesto.


Como si fuese casi una decisión inconsciente, a medida que se hace de noche, los decibeles ya no están para introspecciones y calma explosiva. Canera es una institución que en su primer año de vida, de como tener una genuina actitud callejera a la hora de plasmar su música, matizado con el ya escuchado Stoner que ha sido parte de la tarde en diversas formas y colores. Al igual que puente diablo, comparten el matiz de riffs directos y pasajes más reposados, pero que en esta oportunidad, se le suma un notorio virtuosismo guitarrero donde Maverick, luce sin tapujos su devoción por Pantera, pero dándole un sello propio. Temas como San Cipriando y fumanchando llevan a las cotas más altas de efervescencia sónica. 


Los encargados de cerrar la jornada fueron Hienas, quienes han tenido un potente año en vivo presentando su primer larga duración “Todo por le morbo”. Si bien durante toda la tarde el sonido se mantuvo impecable, acá declinó levemente, pero la entrega y el público que se quedó hasta el final (que gratamente fue el 80% de los asistentes) y no hicieron inconveniente a pesar de cualquier desperfecto técnico. Energía a tope que no bajó en ningún momento, se destacó durante toda su presentación, donde canciones como “espejismo”, “morbo”, o el siempre explosivo “2014” que cierran habitualmente sus presentaciones, hace de Hienas gozar una muy buena salud en escena. 


 (El fotógrafo estaba disfrutando a concho a Hienas )

Al igual que Beduino y red valley, compartieron temas nuevos que serán parte de un Split en donde se les sumará elefantes púrpura , dando como resultado, una postal actualizada de lo que está sucediendo en la zona en cuanto al Stoner y similares se trata.


El cierre de esta jornada es muy positivo y alentador para que se siga mejorando la propuesta. Un cartel bien seleccionado aseguró una gran experiencia que dio gusto presenciar hasta altas horas de la noche. Asistir a espectáculos así da claras luces que con organización adecuada se puede lograr eventos de buena calidad, sólo falta apostar un poco más allá y hacer partícipes a nuevas audiencias. En propuestas de nicho, las caras nuevas siempre son bienvenidas, para que estas comunidades perseveren en el tiempo y se desarrollen adecuadamente. Mi único reparo sería haber dado un poco más de difusión, pero eso es harina de otro costal, que no mancha en nada esta excelente fecha ad hoc para hacer una pausa entre tanto ajetreo de la época.

Reseña: Jebu

Fotos: Jose Lagos

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